domingo, 11 de noviembre de 2018


SOBREVIVIENTES


Alrededor de la mesa redonda se sentaban tres hombres y tres mujeres unidos por el verbo y la palabra. Sus corazones eran puros. Habían superado el hambre, el dolor y la muerte.
El de la piel como la noche dijo.
-Es hora de empezar.
-Hay mucho trabajo -respondió el de los ojos oblicuos.
-No podemos salirnos del esquema otra vez -dijo la mujer de pelo ralo y la mirada de aceituna.
-Debemos arrancar el pasado de nuestra memoria -afirmó la de la tez como la nieve.
Los seis juntaron su sangre y sellaron el compromiso.

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